"Mirza" Kuchak Khan es el nombre de un rebelde iraní de principios de siglo que tuvo que hacer su revolución tres veces. La primera de ellas, la más importante a la postre, tenía una clara vocación de reforma. El sah de la dinastía Qajar Mozaffar al-Din era famoso por sus extravagancias y sus despilfarros de sátrapa. Una vez en el año 1900, para pagarse un viaje suntuario por toda Europa, pidió del zar de Rusia un préstamo de 22 millones de rublos. A su regreso, y ante el acoso de los cosacos que le pedían el dinero de vuelta, no se le ocurrió mejor idea que recaudarlo entre su propia gente, con un paquete de medidas que gravaban las transacciones de mercancías básicas. Las gentes del bazar, bárbaros que lo veían claro, cerraron sus puestos y arrancaron así una revuelta popular que acabó consiguiendo, en 1906, la constitución de un congreso de representantes políticos, en un insólito caso de monarquía parlamentaria que fue el primero de su índole en toda Asia.
Cuentan que en las semanas anteriores a la constitución del primer parlamento iraní, 12.000 hombres, entre los que estaba el joven Kuchak, acamparon en los jardines de la Embajada Británica para reclamar esa reforma que debía limitar los poderes de su monarca y señor. El historiador Ervand Abrahamian describe así ese momento histórico: "muchos daban discursos, muchos más escuchaban, en lo que se podría llamar una descomunal escuela de ciencias políticas estudiando el tema del constitucionalismo (1)."
Igual que los hijos a veces se nos parecen, y algunos dicen que eso les da una primera satisfacción, los tiranos también se asemejan mucho entre ellos, y nos producen una especie de miedo ancestral. Cuando descubrimos que los revolucionarios también se miran en el mismo espejo de la historia, se retroalimentan y como que se dan enseñanzas los unos a los otros, entonces las sensaciones se equilibran. Un breve vistazo a lo que ha ocurrido en Irán durante la última semana nos puede hacer bien reflexionar sobre este aspecto.
El martes, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, multitud de manifestantes intentaron ocupar las principales vías de Teherán. Una semana más, seguían el llamamiento de los líderes opositores, los reformistas Karrubi y Musavi, todavía en la cárcel por andar pidiendo elecciones libres y un parlamento legítimo que limite las decisiones de los que verdaderamente gobiernan en Irán: los militares de alto rango, los ayatolas y el enjambre de empresas de su propiedad, fuertemente vinculadas con transnacionales extranjeras. Los manifestantes se toparon con una multitud de policía que jamás en la vida habían visto. Una serie de vídeos tomados clandestinamente en las inmediaciones de la plaza de Tajrish, todavía a kilómetros de distancia de la plaza de Azadi, el principal objetivo de los manifestantes, nos pueden hacer a la idea de lo que fue la represión del martes 8 de marzo de 2011 en Teherán:
http://www.youtube.com/watch?v=y_mNx-halAU&feature=player_embedded
Otra vez, decenas de manifestantes, sobre todo mujeres, fueron secuestradas en las calles. Siguen las colas interminables de familiares desesperados frente a las prisiones. Seguimos sin saber cuántas personas habrán sido muertas. Por los testimonios recogidos por quienes han logrado salir de las cárceles en Irán en las últimas semanas, sabemos que todos los detenidos el martes pasado habrán sido torturados, y que buena parte de las mujeres habrán sido violadas vilmente por basiyíes con el Corán bajo el brazo.
http://www.rahesabz.net/story/34042/
Sin embargo, en esta semana los medios de comunicación globales ya no han dicho una sola palabra al respecto de las protestas en Irán. Bien al contrario, parece que Jamenei y Ahmadineyad, los sátrapas visibles de aquel régimen fascista, han aprovechado el tiempo que les faltó a Ben Ali o Mubarak. Apurados por las presiones de la oposición política que se les rebela desde dentro de su propio sistema, enfrentados a las gigantescas plantillas de obreros de empresas estatales como Petroshimi de Tabriz o Iran Khodro, asustados por colectivos profesionales como el de los abogados (¿se acuerdan de Egipto?), parecen haber diseñado un plan mucho más contundente que el de echarse en los brazos histriónicos de Hugo Chávez o de Gadafi y corear con ellos los vilipendios contra el complot del Imperio, contra Al-Qaeda, o contra el alcohol y las drogas que entorpecen el pensamiento de los jóvenes.
http://www.etehad.se/
El plan de la República Islámica de Irán es bien distinto; consiste en establecer "alianzas" con quienes verdaderamente los sostienen: los grandes capitales trasnacionales, los tiranos de aquí, los que tanto, y cada vez más, se les parecen.
Sólo en la capital del Reino de España, los ecos de esa campaña han sido profundos. El martes día 8 de marzo, mientras cientos de miles de mercenarios varones, muchos de ellos hablando entre sí lenguas extrañas, ocupaban las calles de Irán sofocando con sus armas de matar cualquier grito de libertad proferido en farsi y en femenino, la Cámara de Comercio de Madrid organizaba un magno evento en el que un centenar de patrones madrileños y unas cuarenta empresas iraníes se juntaban "con el objetivo de compartir experiencias y forjar alianzas."
http://www.europapress.es/madrid/noticia-empresarios-madrilenos-iranies-reunen-compartir-experiencias-forjar-alianzas-20110308165636.html
Tres días después, el 11 de marzo, el embajador de Irán en Madrid, Morteza Saffari, se presentaba en la Sala de Conferencias de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid para dar una charla sobre “La política exterior de Irán y la transición en la política regional.”
Los conspiranoicos, los que todavía creen que las revoluciones en Túnez, en Egipto y en Libia fueron pergeñadas por los ideólogos del capitalismo internacional, deberían mirar las fotos que en esta última semana los empresarios y los políticos iraníes se han hecho con los empresarios y los políticos madrileños, y ponerlas al lado de las recientes fotos del rey de España con el rey de Kuwait, o del presidente Zapatero con los regentes de los fondos soberanos de Qatar, que venían al rescate de nuestras cajas de ahorro. Sólo así se podrán dar cuenta de que las protestas legítimas de los pueblos sometidos a las monarquías del Golfo son las mismas que las de los chicos del Movimiento Verde iraní, que la de los funcionarios públicos en Wisconsin, que las de los jóvenes precarios de Portugal, que las del colectivo Denplirono en Grecia, y que las de... Es más, estamos convencidos de que lo que pase aquí en la periferia de Europa en los próximos meses de recortes y abusos contra el pueblo trabajador influirá definitivamente en la resolución del conflicto en Libia, igual que la segunda ocupación de la Qasba de Túnez empujó a las mujeres iraníes a volver a tomar las calles de Teherán. Las redes sociales y los medios de comunicación masivos que se inventaron para descerebrar a los jóvenes del mundo entero, también pueden servir para concienciarlos.
Por último, y para finalizar la semana, hoy martes día 15 de marzo de 2011, todo el país se ha desayunado con la entrevista que la periodista Ana Pastor, de Televisión Española, le ha hecho en directo al presidente iraní Mahmud Ahmadineyad en Teherán.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/los-desayunos-de-tve/ahmadineyad-intervencion-militar-libia-solo-empeorara-cosas/1045485/
¡Bravo! El tirano Ahmadineyad ha dicho verdades como puños, como que la masacre del pueblo libio se está haciendo con las armas que le vendieron a Gadafi los gobiernos de España, Italia o Francia, como que la idea de democracia difundida desde la UE, la ONU, la OTAN, o los EEUU, ya no se la cree ni Dios, o como que los manifestantes que en estas últimas semanas han salido a la calle en Irán se parecen a los que queman cosas en las regiones separatistas de España.
¡Enhorabuena! La periodista Ana Pastor se ha ido dejando deslizar el velo hasta terminar hablando con Ahmadineyad a pelo suelto, desmelenada. También ella ha dicho verdades como catedrales: que en Irán los líderes opositores están en la cárcel, que en Irán se aprisiona, tortura y ahorca a quienes no comulgan con el régimen, que en Irán se lapida o se cuelga de las picotas a niñas a las que sus padres o sus hermanos mayores han encontrado culpables de delitos de adulterio, que en Irán se encarcela a mujeres que recitan poemas en la televisión pública, que Ahmadineyad será el próximo tirano que caiga en el mundo.
Pero la conversación de ambos, cuando uno conoce los tejemanejes de la Embajada de Irán con los empresarios españoles, cuando uno sabe que semana sí y semana también los diplomáticos europeos son invitados por los de Irán a cenas pantagruélicas con chicas en minifalda a la puerta de restaurantes de lujo, cuando uno es consciente de que las multinacionales y las entidades financieras españolas son las que gobiernan el orden, el tono y el contenido de los telediarios de RTVE, cuando, en definitiva, uno se informa de otra manera, entonces la conversación entre Ana Pastor y el presidente Ahmadineyad se le aparece a los ojos con una luz nueva, o sea como un flagrante diálogo de besugos.
Los verdaderos revolucionarios, quienes de corazón creemos que es necesario un cambio profundo que ponga fin de una vez a la barbarie de quienes tienen el poder en el mundo, deben fijarse, más que en las verdades, en las mentiras de Ahmadineyad, en los renuncios de Ana Pastor. Tienen que fijarse en que los dos comparten un mismo miedo, casi atávico y muy inhumano: el miedo a que el fuego de la libertad se extienda, a que las gentes de aquí y allá, enardecidas y conscientes, tomen las calles para reclamar lo que es justo.
Hoy, en cuanto el sol se ponga en Irán, la gente saldrá a prender hogueras para celebrar la noche de Chaharsanbe suri, el equinoccio de primavera. En Madrid los bomberos llevan meses protestando contra el "comportamiento tiránico y déspota" de las autoridades locales, que recortan la financiación de los servicios públicos para destinarla a los bancos y a los empresarios de su confianza. En Teherán esta noche los estudiantes basiyíes, niños y adolescentes con los cerebros sorbidos por una educación deficiente, han prometido vestirse de bomberos y salir a las calles con sifones de agua para apagar cualquier hoguera que les parezca demasiado impura.
http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article22767
http://www.ibs.ir/Detail.asp?ItemID=3117
Aquí en España, ante la amenaza de desertificación, se protegen los bosques. Nos queda todavía mucha leña por cortar.
(1) Abrahamian, Ervand, Iran Between Two Revolutions. Princeton: Princeton University Press, 1982, p.84
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