jueves, 19 de mayo de 2011

Universidad Complutense de Madrid, 18 de mayo de 2011

COMUNICADO DE CONDENA A LA PRESENCIA DEL EMBAJADOR DE IRÁN EN LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID

El miércoles 18 de mayo de 2011, la Consejería Cultural de la República Islámica de Irán organizó un acto en la Universidad Complutense de Madrid, con la presencia del embajador. Ocurrió a las 6 de la tarde en el Campus frente a la Facultad de Filología.

El día anterior, 17 de mayo, a las 9 de la mañana, los hermanos Mohammad y Abdollah Fathi, de 27 y 29 años de edad, fueron ejecutados en una prisión de la ciudad de Esfahán.

Como ellos, cientos de presos políticos esperan en el corredor de la muerte, sin ninguna garantía procesal, esperando a que al “mulá” de turno se le aparezca su Dios y le ordene o no mandarlos a la horca. Los testimonios sobre torturas y violaciones son infinitos. La represión en las calles de las principales ciudades del país es brutal. Sin embargo, el pueblo persa, inspirado en las revoluciones de los países árabes, está en pie de lucha. Las manifestaciones se suceden desde el pasado 14 de febrero, reclamando el fin de la dictadura fascista.

Mientras tanto, a algunos directivos de la Universidad Complutense de Madrid, en su fiebre mercantilista y su afán indigno de aceptar dinero del mejor postor, no se les ha ocurrido una mejor idea que organizar un acto conjunto con los representantes de la dictadura iraní, en homenaje al poeta Omar Jayyam, autor, como tantos otros, cuya publicación, distribución o lectura pública está CENSURADA en Irán por el Ministerio de Guía Islámica.

Porque en la República Islámica de Irán, la cultura está prohibida. Escribir poemas que no hablen de su Dios está prohibido. Escuchar música que no hable de su Dios está prohibido. El acceso a Internet que no sea ‘halal’ está prohibido. Hacer cine está prohibido (los realizadores Jafar Panahi o Mohammad Rasoulof siguen privados de libertad). Los estudiantes de todas las universidades del país continúan a día de hoy haciendo huelgas de hambre y manifestaciones pacíficas, y arriesgando su vida en ello, para denunciar la cada vez más bestial militarización de los campus universitarios, la segregación por género en las aulas, la prohibición de reunirse, tocarse, acariciarse, asociarse o simplemente hablar de política.

En Irán, los partidos políticos o los sindicatos están prohibidos. Representantes obreros como Reza Rajshán o Mansur Osanlú están encerrados en prisión. Su vida pende de un hilo. En Irán, declararse anarquista se castiga con la horca. Pertenecer o manifestar afinidad con organizaciones marxistas como el Partido Comunista de Irán, Fedaii Jalg, etc., se castiga con la horca. Colaborar con organizaciones pro-democráticas como el Movimiento Verde se considera "moharebe" (enemistad con Dios), y se castiga con pena de muerte, amputación de alguna extremidad o cadena perpetua.

Aquí no podemos contarte más. Infórmate, por favor, sobre lo que está pasando en Irán.

De momento, hoy, por solidaridad con el pueblo iraní, por dignidad, porque la lucha sigue, súmate a nosotros en la condena a la presencia del embajador Morteza Saffari en el recinto de esta universidad.



http://www.youtube.com/watch?v=1fMRLILI9kU

1 comentario:

  1. Esto huele a preparacion de la proxima guerra humanitaria

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