jueves, 28 de abril de 2011

Los sindicatos iraníes en coalición convocan jornada de lucha contra el régimen con motivo del Primero de Mayo

Un año más, los sindicatos y las organizaciones obreras, prohibidas en la República Islámica de Irán, desafiarán al régimen de los ayatolás y saldrán a las calles de las principales ciudades del país para reivindicar sus derechos y conmemorar el Primero de Mayo, festividad no reconocida en el calendario oficial. La gran novedad de este año es que asociaciones estudiantiles y el Movimiento Verde han hecho un llamamiento explícito a sus seguidores para unirse a las manifestaciones previstas por todo el país y apoyar así las reclamaciones de los obreros, en lo que puede convertirse en un punto de inflexión definitivo en la serie de movilizaciones pacíficas que, desde el 14 de febrero de 2011, exigen el fin de la República Islámica en Irán.

Con un panorama económico desolador, dominado por una inflación interanual del 25% (desde marzo de 2010 hasta marzo de 2011), el impago de las nóminas a los empleados del sector industrial público y un reciente plan gubernamental que retira todas las subvenciones a la compra de alimentos básicos, las asociaciones obreras han convocado una jornada combativa, que se convertirá a buen seguro en una nueva noche triste de arrestos y desapariciones masivas, si no de sangre, en las calles del país. Este año, y después de las movilizaciones multitudinarias de los días 14 y 25 de febrero, y 1, 8 y 21 de marzo, que se saldaron con cientos de detenidos y al menos 3 asesinados por disparos de las fuerzas de seguridad, la novedad reside en el llamamiento explícito formulado desde las webs y los grupos de redes sociales afines al Movimiento Verde para unirse a las manifestaciones organizadas por los sindicatos.

Para que se hagan a la idea de lo que representa el movimiento obrero dentro de la sociedad iraní, podríamos contarles que la celebración del Primero de Mayo tiene 90 años de existencia en aquel país. Que fue el 1 de mayo de 1922 (21 de "ordibehesht" de 1301 en el calendario persa), 35 años después del asesinato de los Mártires de Chicago, cuando el sindicato que reunía a los trabajadores de las imprentas de Irán, junto al llamado Sindicato General de los Obreros del Centro, decidió organizar una huelga para reclamar ellos también la reducción a ocho horas de la jornada laboral, por aquel entonces establecida en 14 horas. El éxito salvaje de la huelga, que consiguió su objetivo para los trabajadores del ramo de las imprentas de Teherán, provocó que cundiese el ejemplo de movilización en los demás gremios de la capital y el objetivo de reducir la jornada se alcanzó de forma general en poco tiempo. La celebración del Día de los Trabajadores siguió así repitiéndose con relativa normalidad en 1923, 1924 y 1925, hasta que el 31 de octubre de aquel año fue investido como sha Reza Jan, y con él la nueva dinastía Pahlavi. La manifestación del Primero de Mayo de 1926 fue duramente reprimida por el nuevo sátrapa. Desde entonces, han pasado por el poder absoluto un monarca más y dos líderes supremos, y de todas formas el Primero de Mayo ha tenido que celebrarse siempre con la prohibición expresa por parte de las autoridades y con el riesgo evidente de muerte para los manifestantes por llevar las reivindicaciones de clase a la calle.

En realidad, hubo un momento álgido, luminoso, en la historia de las celebraciones del Día de los Trabajadores en Irán. Se produjo el 1 de mayo de 1979, cuando quinientos mil obreros ocuparon el centro de Teherán para conmemorar su día. La revolución hacía unos meses que había triunfado, el sah Reza Pahlaví había salido por patas del país, y el ayatolá Jomeini estaba recién aterrizado desde su exilio en Francia. Dicen las malas lenguas de los viejos comunistas en Irán que fueron las imágenes de la manifestación multitudinaria en Teherán el Primero de Mayo de 1979 lo que asustó definitivamente a la CIA y decidió a Estados Unidos y sus aliados en la región a financiar y consolidar en el poder a Jomeini, para evitar que la antigua Persia cayese definitivamente en la órbita de la Unión Soviética. Hoy, algunos lenguaraces andan diciendo lo mismo en Egipto: que Estados Unidos ayudará a que la Hermandad Musulmana ocupe el poder político tan pronto como la revolución popular radicalice sus exigencias en materia laboral y ponga en verdadero peligro a la dictadura militar capitalista de aquel país.

De hecho, resulta curioso que el reciente partido de los trabajadores fundado en Egipto, el que podría en su momento poner nerviosas a las potencias occidentales y decantar la entrega simbólica del poder político a la Hermandad Musulmana, se llame Partido Democrático de los Trabajadores (WDP en sus siglas en inglés), mientras que el principal sindicato clandestino que organiza las movilizaciones de mañana en Irán se llama Unión Democrática de los Trabajadores (Anyoman-e Kargari-e Democrasi Jah).

http://anjomankargareidemocrasikhah.com/wp/

Enseguida nos recriminarán algunos, diciéndonos que Egipto no tiene nada que ver con Irán. También Gaddafi decía que Libia no se parecía a Egipto ni a Túnez. Y Zapatero que España no tiene nada que ver con Grecia, ni con Portugal.

Pero volvamos al tema del Día de los Trabajadores mañana en Irán. Repasemos las reivindicaciones de cada uno de los tres grupos implicados en la movilización. Aunque resulte reduccionista esa división, puesto que los tres colectivos se intersectan y se alimentan los unos de los otros, creemos ilustrativo analizar separadamente cómo se presentan ante el desafío del próximo Primero de Mayo los sindicatos, el Movimiento Verde y los jóvenes de las redes sociales.

Empecemos por la coalición de once sindicatos independientes de Irán, que el pasado 28 de abril publicó en la web (http://advarnews.biz/idea/10867.aspx) su convocatoria unitaria para el Primero de Mayo, con una tabla específica de reivindicaciones y eslóganes para gritar en las calles.


Ya nos gustaría poder contarles que son las organizaciones obreras las que van a pilotar la revolución popular que se viene inexorablemente en Irán, y que sólo ellas van a ser capaces de derrocar al régimen fascista que los subyuga, con sus voces por la equiparación de las clases sociales, el empoderamiento del proletariado y la abolición del capitalismo. Pero estaríamos faltándoles a la verdad. En realidad, la naturaleza clandestina de estas organizaciones en Irán, desde su nacimiento hasta hoy, ha impedido la consolidación de una estructura organizativa suficientemente poderosa como para poner en jaque al Estado policial iraní, que conoce bien todos los subterfugios, desde la cooptación hasta el asesinato y la cárcel, para acallar cualquier respuesta contundente surgida desde las organizaciones sindicales de aquel país. Sin ir más lejos, y aunque en estos mismos momentos estén en marcha huelgas de un millar de trabajadores en la Compañía Papelera Pars, o de otros dos mil obreros en el Complejo Petroquímico de Puerto Imam, lo cierto es que los principales representantes de los sindicatos independientes de Irán, como Reza Rajshán, del Sindicato de los Trabajadores de la Empresa Azucarera Haft Tapeh, o el carismático Mansur Osanlú, de la Compañía de Autobuses de Teherán y Suburbios, están encerrados en la cárcel. Y lo que puede ser más sintomático, la República Islámica, a través de su sindicato vertical llamado Casa del Obrero (Janey-e Kargar), creado por Jomeini en los años '80, ha desarrollado una estrategia clara después de las movilizaciones contra el fraude electoral del verano de 2009, que ha consistido en la organización, en las primaveras de 2010 y 2011, de sendas Semanas del Trabajador con las que intenta oscurecer la celebración del Primero de Mayo. Por ejemplo, la Semana del Trabajador oficial de este año en Irán comenzó el 25 de abril con una Jornada de Comunión con los Valores de Jomeini y terminará hoy 31 de abril con un día dedicado al Obrero Espiritual. Los que sepan farsi por estas tierras tienen aquí un buen ejemplo contemporáneo donde revivir las técnicas discursivas de Onésimo Redondo y el nacionalsindicalismo español.

Sin embargo, frente a ese discurso obrero oficial del "Hezbolah" o Partido de Dios iraní, he aquí las reivindicaciones expuestas por la coalición de los sindicatos independientes iraníes, que todavía no está exigiendo la ocupación de la Plaza de Azadi según el ejemplo luminoso de la Qasba de Túnez, pero casi casi:
El Primero de Mayo de este año, los obreros de todo el mundo salen a celebrar su día manifestándose libremente y reivindicando sus derechos, mientras que los trabajadores iraníes, privados de sus derechos básicos, como el de crear organizaciones o manifestarse, están sometidos diariamente a las más rigurosas intromisiones en sus vidas. Cualquier tipo de protesta o reivindicación de derechos de parte de los obreros tiene como consecuencia la detención y la cárcel. El nuevo plan del gobierno de “Objetivación de los subsidios”, establecido por los capitalistas gobernantes con el apoyo de las compañías capitalistas internacionales, está destruyendo cada vez más la vida de millones de nuestras familias obreras, mientras que nadie tiene derecho a cuestionar o criticar esa decisión de manera libre. Con la subida increíble de los gastos de la energía y el cierre de fábricas, cada día cientos de obreros se unen a la cola interminable de los desempleados y todo eso ocurre mientras cambian para peor las condiciones del seguro de desempleo en contra de los obreros. Les hacen pagar a los trabajadores y a los desempleados en los hospitales públicos, cada día inventan una nueva excusa para rebajar la pensión de los jubilados, hacen que los empleados de la construcción se retraigan de reclamar el seguro en las colas de los laberínticos pasillos de las oficinas de la Seguridad Social, pero suben increíblemente los precios de los productos básicos y, con el gesto ofensivo y humillante de aumentar un nueve por ciento el sueldo de los obreros, provocan más que nunca su rabia, hasta el punto de que ni siquiera se pueden permitir el lujo de comer una vez al mes carne, cuyo precio ha subido a 18 mil tomanes [unos 20 euros] por kilo.

Desde nuestro punto de vista, todo eso no significa otra cosa que más miseria para los millones de nuestras familias obreras, incapaces de atender las necesidades básicas de subsistencia. Pero nosotros, los obreros no nos vamos a quedar parados observando la muerte de nuestras familias y nuestros hijos. No vamos a tolerar esa invasión constante en nuestras vidas privadas y juntos y unidos vamos a enfrentarnos con esta pobreza y esta miseria para recuperar los derechos que se nos han quitado a lo largo de muchos años. Así pues, nosotros, los obreros iraníes señalando nuestra repulsa a la situación en que nos encontramos, invitamos a todo el pueblo de esta tierra a unirse a nosotros para resistir en contra de esa represión y esa injusticia.

Nuestras reivindicaciones son las siguientes:

1. La libertad sin condiciones para crear organizaciones y sindicatos obreros, organizar huelgas, protestas, manifestaciones, partidos libres, la libertad de expresión y de prensa. Todas esas reivindicaciones, además de cumplirse mediante la retirada de cualquier forma de intervención gubernamental en los lugares de trabajo y en las vidas privadas de los obreros, deben ser reconocidos como derechos sociales inalienables de los obreros y también del resto de los iraníes.


2. Nosotros no vamos a tolerar más una sociedad en la que un grupo reducido disfruta de grandes caudales mientras el resto de la gente ni siquiera puede proporcionarse su pan de cada día. Para nosotros el reciente aumento del nueve por ciento en los salarios, teniendo en cuenta el recorte de los subsidios y la subida salvaje de los precios y del coste de la vida, supone una gran ofensa a la dignidad y el derecho a la vida de los trabajadores. El hecho de establecer este salario, desde nuestro punto de vista, supone imponer cada vez más la miseria absoluta a las familias obreras y nosotros, expresando nuestro rechazo a esta manera de fijar los sueldos, queremos la abolición inmediata del plan de recorte de los subsidios y poder negociar nuestros salarios a través de los representantes reales de los trabajadores, basándonos en unos estándares de vida acordes a la coyuntura actual.
3. Exigimos la desaparición de los contratos temporales y las firmas en blanco y la abolición de las empresas de subcontratación. Exigimos seguridad en los puestos de trabajo de los obreros y establecer los debidos estándares de sanidad y seguridad en los entornos de trabajo.

4. Los salarios atrasados de los obreros se tienen que pagar inmediatamente. Y el hecho de no pagarlos tiene que ser perseguido legalmente como delito.

5. Se tienen que detener los despedidos masivos de los obreros bajo cualquier excusa. Y todos los despedidos tienen que poder gozar de un seguro de desempleo que garantice una vida decente hasta volver a trabajar.

6. A pesar de que la institución de la Seguridad Social de Irán ha llegado a ser una de las más ricas de este país a costa de robar el dinero y el esfuerzo de los obreros, esta organización cada vez reduce más sus servicios sanitarios y obliga a los trabajadores enfermos a pagar una “franquicia”. Para nosotros la seguridad social es un derecho indiscutible de todas las personas y queremos que esta institución se administre a través de los representantes elegidos por los trabajadores de todo el país.

7. Nosotros condenamos cualquier forma de represión hacia las protestas obreras y civiles, queremos el fin de los ahorcamientos y la liberación inmediata de las cárceles de los presos de las organizaciones obreras y de otros movimientos sociales, y exigimos el fin de la persecución "legal" en contra de ellos y la abolición del sistema jurídico actual.

8. Queremos la desaparición de cualquier forma de discriminación hacia las mujeres y la garantía de igualdad absoluta entre hombres y mujeres en todos los campos de la vida social, económica, política, cultural y familiar.

9. Todos los jubilados tienen que poder gozar de un bienestar y una vida sin preocupaciones económicas. Exigimos el fin de cualquier tipo de discriminación en el pago de las pensiones de los jubilados y que éstos puedan gozar de todos de los servicios de sanidad y seguridad social.

10. Queremos la abolición inmediata del trabajo de los menores. Los menores de edad tienen que poder acceder a los servicios de seguridad social y a condiciones de educación iguales y gratuitas para todos, independientemente de la posición social y económica de sus padres, el género y sus identidades religiosas o raciales.

11. Para nosotros, exigir el cambio es un derecho indiscutible de todas las personas alrededor del mundo. E inspirándonos en las luchas y protestas populares de los países del Oriente Medio, condenamos rigurosamente cualquier tipo de represión por parte de los gobiernos para poder dirigir los cambios desde arriba e intervenir y decidir el destino de los pueblos a favor de sus propios intereses.

12. Nosotros somos una parte de los trabajadores de todo el mundo. Por eso condenamos cualquier tipo de represión hacia los obreros afganos y de otras nacionalidades.

13. Nosotros, agradeciendo todos los apoyos que las organizaciones obreras internacionales han expresado hacia las luchas de los trabajadores iraníes, nos declaramos muy unidos a ellos y más que en cualquier otro momento condenamos el sistema capitalista y luchamos para poder librarnos de él.

14. El Primero de Mayo se tiene que declarar como un festivo nacional y cualquier tipo de represión por celebrar las manifestaciones en ese día se tiene que acabar.

En segundo lugar, e igual que dijimos que los sindicatos iraníes no van a ser quienes tumben al tándem fascista de Jamenei y Ahmadineyad, también hemos de decir que ya les gustaría a los genocidas Obama y Netanyahu que la revolución popular que va a estallar dentro de bien poco en Irán la comandasen los dirigentes del Movimiento Verde, los señores Karrubí y Musaví, antiguas figuras prominentes del gobierno de la República Islámica y responsables directos de miles de asesinatos de militantes de izquierdas, activistas y dirigentes sindicales en el Irán de entre 1981 y 1989. Se van a quedar con las ganas ellos también. No hay más que leer la propuesta de movilización de los coordinadores del Movimiento Verde con motivo del Primero de Mayo para ver que sus posiciones "reformistas" tienen cada vez menos que ver con lo que los jóvenes y los obreros iraníes están clamando en las calles:
Los coordinadores del Camino Verde establecen su séptima convocatoria para conmemorar el Día Mundial de los Trabajadores, afirmando su derecho absoluto de mostrar sus reivindicaciones y apoya sus manifestaciones y concentraciones. Esta organización hace un llamamiento a todas las redes sociales y medios de comunicación para que apoyen a los trabajadores, a pesar de la severa represión del régimen gobernante.
http://www.kaleme.com/

El comunicado continúa con críticas explícitas a la política de militarización de la economía, el aumento del desempleo, la represión policial, la importación de productos superfluos, etc. En todo el comunicado, que ocupa unas cuatro cuartillas, se observa una clara radicalización del mensaje con respecto a las convocatorias anteriores, y esta vez no se menciona a "nuestro líder supremo". Sin embargo, tampoco se critica a la República Islámica, ni mucho menos al sistema capitalista.

Si no son los obreros, ni son los “verdes”, ¿quiénes van a ser capaces, pues, de desplazar del poder a Jamenei y sus dos voraces serpientes: la Guardia Revolucionaria (Sepah-e Pasdarán) y Basiy (la fuerza paramilitar islámica)? Nosotros estamos convencidos de que, igual que en Túnez, en Egipto, en Libia, en Bahréin, en Yemen, y en Siria, será el grueso de los 54 millones de iraníes que tienen menos de 30 años el que se encargue de tomar las calles del país, para reclamar el fin de la muerte diaria que los persigue, y que empujarán todo lo que puedan hasta ver desfilar ante sus ojos a Ahmadineyad y Jamenei, por este orden. Vencerán porque les puede el hambre y la imposibilidad de comer carne más de una vez al mes, sí, pero también porque están sometidos, como ninguna otra generación de seres humanos en el mundo, a la falta absoluta de libertad, eso que muchos ideólogos y dirigentes de la izquierda mundial parecen ser incapaces de comprender.

Su modo de organización será el Facebook, mientras no corten Internet en Irán, y luego las pegatinas, los mensajes de Bluetooth en el metro, los folletos intercambiados a escondidas. Hay varios grupos de ellos. Uno se llama "Mensajero de la Libertad", tiene más de 32.000 miembros y se está encargando de llenar las esquinas de Teherán de pegatinas con la cabeza del líder supremo y el siguiente eslogan: “Dictador, saluda tu fin”.


https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=10150235114877812&id=617337811&ref=notif&notif_t=feed_comment_reply#!/Freedom.Messenger?sk=photos

Para que se hagan a la idea del coraje de estos muchachos, habría que recordar aquí que, según la ley islámica vigente en Irán, cualquier persona, pertenezca o no a las fuerzas de seguridad, está autorizada legalmente a matar de inmediato a cualquier sujeto que encuentre en público ofendiendo la figura del Líder Supremo de la República Islámica.


Aparte de este grupo, nos llama poderosamente la atención este otro colectivo recién creado con vistas a la manifestación de mañana. Se llama, curiosamente, "Tehran, Cairo Dictators must go!" (چه تهران،چه قاهره، دیکتاتور باید بره). Aunque dice ser una organización "no dependiente de nadie" y asume que sus miembros pueden tener "diferente filiación política", su objetivo primordial es el de "crear una fuerza de coordinación (...) para no experimentar otra vez el mismo golpe sufrido por el movimiento popular en 2009". Todos sus miembros se manifiestan unidos por un objetivo muy claro, no declarado ni por las organizaciones obreras ni por el Movimiento Verde: "la abolición del régimen de la República Islámica de Irán y el cambio de la Constitución". Con ese objetivo, sus reivindicaciones no tienen nada de naif ni de subalterno. Son las mismas que firmaría un revolucionario de pro en cualquier otra parte del mundo:

Condiciones para unirte a nosotros y empezar las actividades:

1. Pensar que Irán merece ser libre.


2. Pensar que la gente merece tener una vida digna según los estándares de cualquier ser humano.

3. Pensar que las mujeres tienen que tener los mismos derechos que los hombres.

4. Pensar que los jóvenes tienen que tener un trabajo digno y no trabajar a cambio de sueldos que se consideran bajo el umbral de la pobreza. Creer que todos los miembros de una sociedad, desde el obrero hasta el médico, tienen que tener los salarios iguales para poder vivir dignamente.

5. Creer que los presos políticos tienen que ser liberados y que este asunto tiene que ser abolido por completo.

6. Estar en contra de las condenas a la horca y la lapidación.

7. Creer que todo el mundo tiene que gozar de los servicios de sanidad y seguridad social de forma igualitaria, permanente y gratuita.

8. Creer en la libertad de expresión y los derechos humanos universales. Creer que el gobierno no tiene derecho a subvencionarle sus gastos a grupos como Hamás en Palestina y Hezbolah en Líbano, teniendo en cuenta el enorme número de personas sin techo que hay en nuestro país.

9. Estar en contra del “hiyab” obligatorio y la discriminación de género en las universidades.

10. Creer que la religión tiene que estar alejada del gobierno, la justicia y la educación. Creer que pueden coexistir el secularismo, la libertad religiosa y el ateísmo al mismo tiempo.
Con esas reivindicaciones, "y la intervención directa de la gente sobre sus destinos", los miembros de este grupo creado en Facebook desde Irán se emplazan en las calles del centro de sus ciudades el próximo 1 de mayo para "cambiar la situación política, social y económica (...) saliendo a manifestarse, permaneciendo en las calles, y creando organizaciones populares en los barrios."

https://www.facebook.com/#!/pages/Tehran-Cairo-Dictators-must-go%DA%86%D9%87-%D8%AA%D9%87%D8%B1%D8%A7%D9%86%DA%86%D9%87-%D9%82%D8%A7%D9%87%D8%B1%D9%87-%D8%AF%DB%8C%DA%A9%D8%AA%D8%A7%D8%AA%D9%88%D8%B1-%D8%A8%D8%A7%DB%8C%D8%AF-%D8%A8%D8%B1%D9%87/105911529486726

Y es que, en la práctica, los cuarenta y tantos millones de chicas y chicos iraníes entre 15 y 29 años, con la que les está cayendo, andan cobijándose igual bajo el paraguas "proletario" de los sindicatos independientes de Irán, que bajo la sombrilla "democrática" del Movimiento Verde. Su intención es llevar a cabo una revolución, la revolución del año 2011 en Irán, que por desgracia no entiende mucho de teoría marxista ni anarquista, pero por suerte tampoco se va a dejar interferir tan fácilmente como muchos creen por las potencias "democratizadoras".

Mañana día 1 de mayo de 2011 será una fecha fundamental en las vidas de estos jóvenes, porque recibirán, muchos de ellos, su primer curso acelerado de teoría política en plena calle y de la mano de compañeros obreros más experimentados. Y, sobre todo, recibirán la lección de clarividencia política que sólo se obtiene corriendo frente a los "snipers", las porras eléctricas, los gases lacrimógenos tóxicos, las motocicletas de los basiyíes asesinos y la inopia absoluta de los medios de comunicación mundiales, los de un lado y los del otro.

Porque en un país donde el salario mínimo acaba de subirse por orden gubernamental a 210 euros mensales y el kilo de carne alcanza hoy en el mercado el precio de 20 euros, las jóvenes y los jóvenes iraníes no sólo van a entregar su sangre en las calles de Irán para poder comer dignamente y mandar a paseo a los capitalistas que ocupan desde hace décadas el poder en su país gracias a sus socios en las multinacionales occidentales y en los gobiernos "progresistas" de América Latina. Además de por eso, las chicas y los chicos iraníes también van a seguir muriendo en las calles de las ciudades de aquel enorme país porque no pueden aguantar más las reglas todavía más restrictivas de uso del "hiyab" impuestas recientemente a todas las mujeres de Irán, y porque no quieren el nuevo Internet "halal", o porque necesitan tomarse una cerveza o un café juntos en un bar, o escuchar música en el autobús, o ya no digamos hablar de política, o acariciarse en público, o besarse.

Porque la revolución que se está cocinando en Irán, que es el mundo, es una revolución juvenil y popular en donde cualquier vacío ideológico se llenará de sobra con la sangre hirviente de millones y millones de personas sometidas y hartas, igual del tirano Jamenei que de su títere Ahmadineyad, igual del genocida Barak Obama y su discursito en farsi todos los años nuevos, que de las reflexiones del abuelo cebolleta Fidel Castro Ruz y su apoyo "incondicional" a la República Islámica de Irán. Y en eso demuestran una madurez política y una capacidad de anticipación al nuevo orden mundial que se viene, que les saca varios pueblos de ventaja al más aguerrido de los filósofos de las izquierdas mundiales.

Por poner un último ejemplo, muchos hombres maduros que escriben y piensan en los medios de contrainformación en castellano se están desayunando ahora sobre la verdadera condición del señor Hugo Chávez Frías, un presidente que es capaz de entregar a un escritor consciente, a un verdadero revolucionario como Joaquín Pérez Becerra a las garras ensangrentadas de un gobierno genocida como el de Colombia. Pues bien, eso cualquier chico conectado al Facebook de Irán, aunque no entienda bien lo que significa el internacionalismo proletario, lo sabe desde hace años. Porque desde hace años ha conocido a otros jóvenes iraníes que en un momento decidieron implicarse en cuestiones políticas más que ellos, y entrar a formar parte de los cuadros de las muchas organizaciones estudiantiles marxistas o los sindicatos de clase clandestinos que hay en Irán. Varias decenas de ellos, después de pasar por las cárceles islámicas y conocer la tortura, intentaron salvar sus vidas huyendo a Venezuela, un país de los pocos en el mundo que no les exigía visado para recibirlos. Allí descubrieron, para su dolor, que los agentes de la inteligencia al servicio de la supuesta Revolución Bolivariana los buscaban y los investigaban. Y si descubrían sus actividades en contra del régimen iraní los secuestraban, los montaban en un avión y los mandaban de vuelta al aeropuerto internacional Imán Jomeini de Teherán, donde la policía los conducía directamente al corredor de la muerte de la terrible prisión de Evin en Teherán.

Además de eso, los jóvenes iraníes guardan en su inconsciente colectivo una experiencia histórica reciente riquísima y dolorosísima, que pocos pueblos del mundo pueden reclamar para sí. Decía Bakunin que "la historia real de los individuos, así como la de los pueblos, no se da sólo por el desarrollo positivo, sino muy a menudo también por la negación del pasado y la rebelión contra él; y ése es el derecho de la vida, el derecho inalienable de la generación actual, la garantía de su libertad." También nos decía el antiguo guerrillero Mohsen Ebrahimi hace poco en este mismo foro que lo que la gente está gritando en las calles de Irán ahora es: “¡No queremos monarquía, ni Islam!, porque ya conocen los dos sistemas y no los quieren más."

http://vaangahenghelab.blogspot.com/2011/04/entrevista-mohsen-ebrahimi-refugiado.html

En efecto, cualquier joven iraní de hoy en día, por muy despistado que esté, conoce de cerca lo que es el fascismo, el Islam cuando penetra un Estado, y también conoce las consecuencias del colonialismo, de cuando el país de sus padres era un protectorado, y las de la monarquía, en los tiempos en que su tierra estaba gobernada por un rey tirano. Con esas variables descartadas, ya me dirán ustedes cuáles son los resultados de la ecuación política que se está formulando en estos días en Irán.

Por todo ello, les recomendamos que estén muy atentos a lo que sucede mañana en la antigua Persia. Vayan informándose todo lo que más puedan sobre los posicionamientos políticos de los kurdos del Kurdistán de Irán, y de los azeríes del Azerbaiyán de Irán, de los Loríes de Lorestán, y de los baluchíes de Baluchistán. Entérense bien de las condiciones en que viven las minorías árabe ahvazí en la ciudad de Ahvaz, la mazdeísta en Yazd y los pobres bahaíes por todo el país. De esa manera conseguirán no enterarse de nada otra vez y hacer el ridículo como cuando hablaban de las "tribus" de Libia, esa "cosa del pasado que le preocupaba a mi padre, pero mis hijos ya ni lo mencionan", como le contaba Walid Salah, de Tobruk, al reportero de Gara Alberto Pradilla el otro día.

http://www.gara.net/paperezkoa/20110409/258971/es/Entre-Shebabs-islamicos-liberales

Escriban, escriban sus disquisiciones acerca de cómo afectan las manifestaciones del Primero de Mayo en Irán a la geopolítica mundial, y cómo minan al bloque contrahegemónico formado por el triángulo Hezbolah-Líbano/Assad-Siria/Ahmadineyad-Irán. Acabarán destilando el mismo paternalismo eurocéntrico, cuando no racismo, de quienes consideran sus enemigos.

Tendrían que dar un paseo por las calles de Teherán, y si consiguiesen ver las aceras detrás de la nube de humo que sale de los motores alimentados por gasolina mal refinada, verían quizá a algún “mollá”, con su tocado y su capa marrón, esperando un taxi. Se darían cuenta de que los taxistas, en su mayoría jóvenes casi imberbes, no se paran, y prefieren perder una carrera que colaborar con quienes identifican como representantes del poder. En eso también consiste una revolución. Tendrían que poder meterse en un centro de enseñanza secundaria de algún barrio popular de Teherán la fecha en que se celebre el Día del Educador y las chicas llevan regalos a sus profesoras. Verían que todas reciben cosas de valor excepto una, la profesora de religión, a la que le dan bolas de papel de colores que encierran otras bolas de papel de colores, dentro de las que no hay absolutamente nada. Si supiesen farsi y le preguntasen a ella, les dirían que estas adolescentes de hoy ya no respetan nada, y que incluso le ponen chinchetas y hasta cuchillas de afeitar en los zapatos.

Luego, si pudieran entrar en la casa y en la intimidad de una de esas millones y millones de adolescentes iraníes, comprobarían que su sueño no es sólo comer pollo por fin el viernes próximo, poder tener un trabajo digno en el futuro, ser más o menos independiente, abrazar al chico que prefieren y sacudirse el yugo patriarcal uncido por su hermano mayor, su padre y su abuelo. También les dirán que quieren viajar a París sin que le jodan la vida en los aeropuertos, sacarse una foto junto a la Torre Eiffel y colgarla en el Facebook. Porque querer hacer eso, y reivindicar la libertad de circulación por el mundo, por ejemplo, también es un sentimiento enormemente revolucionario.

Piensen un poco en estas cosas que les estamos contando. Porque se viene la revolución popular, laica, proletaria, juvenil, democrática y (¿a quién vamos a engañar?) sangrienta de Irán, que es el mundo. Y ustedes tienen la pinta de que también se la van a comer.

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